Las deformidades dentofaciales son más frecuente de lo que se cree. Entre un 8 y un 12 por ciento de la población mundial presenta algún tipo de desequilibrio relacionado con los dientes y el rostro, es decir, padecen desarmonías dentofaciales, estas las podemos definir como las alteraciones que afectan tanto a los dientes (dento) como a la cara (facial).
Muchos pacientes tienen una maloclusión, es decir sus dientes superiores e inferiores no “encajan” de forma adecuada. La mayor parte de las maloclusiones las trata el ortodoncista mediante aparatos fijos o removibles, pero si la desarmonía de los huesos de la cara (maxilar superior y mandíbula) es severa, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para corregirla.
La falta de armonía en el desarrollo y tamaño de dichos huesos provocan también anomalías en el perfil de la cara.
Las intervenciones de cirugía ortognática se utilizan para tratar esas deformidades dentofaciales.